miércoles, 27 de junio de 2012

Cosmología Qom





La noción espacial de la cosmología de los Qom es realmente antiquísima y marca los pasos que el hombre ha ido dando con el fin de ampliar sus conocimientos y comprensión del universo, así como el origen del cosmos y su evolución. 
Los Qom, habitantes del Gran Chaco, después de desarrollar sus culturas en todas regiones geográficas, adaptándose a todos sus climas, caluroso, frío, lluvia y crecida de los ríos, encontraron menos dificultades para propagarse en la dirección: Este, Norte, Oeste y Sur.

El mapa de la cosmografía (cuyo gráfico quedará insertado en páginas separadas), en su
primera vista nos muestra la Vía Láctea; Mañic Nqa’aic, son las dos traducciones según la lengua Qom, que significa Avestruz, Camino. El segundo indica el Principio, el comienzo de la vida, desde donde venimos y hacia donde vamos. El primero indica la figura de un avestruz que guía todas las constelaciones de estrellas mayores del universo: lucero de la mañana (Chi’ishe), niños (Pinyo’olqa), las tres Marías (Ÿa’axainayil), el palo borracho (Peraxanaxal), (arbolitos de Navidad), pez cascarudita (Vicaic), siete cabritos (Dapichi’), los dos morteros (‘Araxanaxaui’), los dos perros (Pioxol), los tres hijos del tatú que fueron convertidos en constelación (Ñoqolqa).

El principio de las estaciones anuales comienza con el solsticio del invierno (No’omaxa), cuando aparece el Lucero de la mañana. La segunda constelación, Niños (Pinyo’olqa), afecta principalmente el agua, los jóvenes. 

La tercera constelación, tres María (Ÿa’axainayil), afecta principalmente a las
ancianas. La cuarta constelación, palo borracho (Peraxanaxal), indica el comienzo de la estación primaveral, pues aparecen la primera flor del chañar (tacai) y del lapacho (’aÿaalai). La quinta constelación, pez cascarudita (Vicaic), indica la llegada de las épocas de las crecidas de los ríos caudalosos. La sexta constelación, siete cabritos (Dapichi’), queda ubicada después de la media noche al Nor-Oeste. La séptima constelación, dos morteros (‘Araxanaqui’), queda ubicada por el lado Sur de la cabeza del Avestruz, y cuando sus reflejos van en aumento como el color de la ceniza, la lectura que dan los tobas para los tiempos que siguen indica tiempo muy fructífero para los árboles frutales, animales, aves, productores de la miel; pero cuando aparece con el reflejo muy opacado, la lectura indica que los tiempos que siguen son muy desastrosos, tiempo de sequía, vientos fuertes, granizo y otros fenómenos adversos.

NOTA: Las dos constelaciones segunda y tercera, que afectan a los mayores y a los jóvenes, motivan la realización de las prevenciones de vacunas con la cola punzante de rayas (lacataic) para los jóvenes, y con la espina punzante de hueso del pato conocido como mbigua (qoyepe) se realiza para las jóvenes. También hacen la curación de las dentaduras con grasas de animales que impermeabilizan cada dentadura en prevención de las caries. Durante el tiempo de invierno se realizan todos los tratamientos para que el cuerpo puede adaptarse mejor al clima de alta temperatura y baja temperatura. 

Por ejemplo, a los jóvenes mayores de l6 a 20 años les entrenan durante las dos primeras caídas de las nieves (aloñi), para que su cuerpo se pueda adaptar al rigor de las bajas temperatura sin el auxilio del fuego, después que salgan del agua con las redes llenas de peces congelados por la helada. Asimismo, con la caza de los patos en el agua, que durante el invierno se despluman y se juntan en un mismo lugar en las lagunas y permiten que la caza sea más fácil para el hombre. Las clases de vacunas de prevención para los jóvenes de ambos sexos por debajo de las muñecas y arriba de ella, también las realizan en los dos hombros y en los talones (a modo del talón de Aquiles); o sea muy parecido el tratamiento que le hicieron al famoso Aquiles de parte de su tribu para ser fuerte y valiente. Por ejemplo, la mujer puede entrar al agua durante la nevada para excavar las papas del agua y las raíces que se comen sin tener frío mientras está adentro el agua, y las vacunas que les aplican permiten que el hombre y la mujer puedan realizar sus quehaceres del día sin sufrir el cansancio, y sin acalambrarse mientras caminan.




Por Orlando Sanchez 


Anciano Qom Profesor e Historiador de su nación
 

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