Por Catherine Walsh DIARIO CAMBIO, LA PAZ.- http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2010-09-19&idn=28167
“Como señale en el capitulo anterior, los términos multi, pluri e intercultural tiene genealogías y significados diferentes. Mientras que lo pluri y lo multicultural son términos descriptivos que sirven para caracterizar la situación diversa e indicar la existencia de múltiples culturas en un determinado lugar, planteando el reconocimiento, tolerancia y respeto entre ellas, la interculturalidad aún no existe. Es algo por construir. Ella va mucho más allá del respeto, la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad; señala y alienta, mas bien, un proceso y proyecto sociales y políticas que apuntan a la construcción de sociedades, relaciones y condiciones de vida nuevas y distintas.
Por lo tanto, la interculturalidad parte del problema de las relaciones y condiciones históricas actuales —es decir, de la realidad en la cual sigue vigente un patrón de poder colonial—, de la dominación, exclusión, desigualdad e inequidad, como también de la conflictividad que estas relaciones y condiciones engendran. Así, sugiere un proceso activo y permanente de negociación e interrelación, donde lo propio y particular no pierdan sus diferencias, sino que tengan la oportunidad y capacidad para aportar, desde esta diferencia, a la creación de nuevas comprensiones, convivencias, colaboraciones y solidaridades.”(...) “(...)La interculturalidad se asienta en la necesidad de una transformación radical de las estructuras y relaciones de la sociedad. Efectivamente, sin esta transformación radical, la interculturalidad se mantiene sólo en el plano individual, sin afectar en mayor medida el carácter monocultural, hegemónico y colonial del Estado.” (...) “En contraste con el sentido crítico y radical, el término de la interculturalidad también es ahora elemento cardinal de las políticas de corte neoliberal multiculturalista. En este uso y cooptación, cada vez más evidente en la región , la interculturalidad forma parte de una retórica discursiva-educativa, constitucionalista y multilateralista que
tan solo pretende la simple inclusión e incorporación de las “minorías”. (…) Lo que si ha hecho es debilitar el concepto-principio de interculturalidad.
En esta retórica la interculturalidad asume una connotación simplemente funcional, al decir del filósofo peruano Fidel Tubino (2005). Para Tubino, en “el interculturalismo funcional se busca promover el diálogo y la tolerancia sin tocar las causas de la asimetría social y cultural hoy vigentes”, algo muy distinto a la interculturalidad o interculturalismo crítico, que busca más bien enfrentar y suprimir esas asimetrías.” “La asimetría social y la discriminación cultural hacen inviable el diálogo intercultural auténtico(…) Para hacer real el diálogo hay que empezar por visibilizar las causas del no-diálogo. Y esto pasa necesariamente por un discurso de crítica social(…) un discurso preocupado por explicar las condiciones (de índole social económica, política y educativa) para que este se dé” La interculturalidad funcional, como se puede observar, es perfectamente compatible con la lógica del modelo neoliberal existente. Y ahí entramos en el meollo del asunto: la manera en la que el término de la interculturalidad podría ser usado, tanto para significar y alentar un multiculturalismo incluyente, neoliberal y, en ocasiones, conservador. Ciertamente, frente a las demandas y posiciones más radicales – como las del Estado plurinacional-los sectores dominantes consideran la interculturalidad como más benigna”. (Extracto de interculturalidad, Estado, sociedad. Luchas (de) coloniales de nuestra época, 2009)
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